El contacto humano es primitivamente reconfortante y convierte al masaje en una excelente herramienta para calmar la mente y el sistema nervioso, así como para aliviar el dolor. De esta manera, los efectos del masaje tienen impacto a múltiples niveles que trascienden el nivel de lo exclusivamente físico.
Los diferentes tipos de masaje se adaptan a las necesidades de cada paciente, si bien el masaje está indicado para múltiples grupos de personas como:
- Personas sedentarias con muchas horas en posición de sentado
- Personas con dolor crónico, para aliviar la sintomatología
- Enfermos de larga duración, para acompañar y reconfortar
- Pacientes geriátricos para mitigar los efectos del envejecimiento
- Deportistas, para recuperarse de la fatiga y mejorar al rendimiento físico.
- Personas estresadas, para mejorar la tolerancia al estrés y reducir
hormonas de estrés - Mujeres embarazadas, que sufren cansancio en piernas y espalda
- Niños en desarrollo, para favorecer su crecimiento y evitar dolores
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