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Introducción 

El gluten y otras proteínas del trigo, el centeno y la cebada tienen propiedades antigénicas que pueden  desencadenar reacciones adversas en personas susceptibles. La enfermedad celíaca (EC) fue la primera  patología con clara asociación causal relacionada con la ingesta de estas proteínas. Recientemente, la  alergia al trigo (AT) y la sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) han sido descritas como nuevas entidades.  A pesar de la confusión que puede crear el hecho de que los síntomas clínicos puedan ser similares y de que 

exista una clara relación de las tres patologías con la ingesta de estas proteínas, su mecanismo patogénico,  diagnóstico y tratamiento son bastante diferentes y merecen un estudio pormenorizado.(1) Dada la relativa novedad de la SGNC y su alta prevalencia, que se presume mayor que la de la EC, un 5%  frente a un 1%(2), resulta fundamental brindar luz sobre esta nueva entidad aún poco extendida entre los  profesionales de la salud. Se hace necesario visibilizar tanto la clínica como el tratamiento más adecuado  de estos pacientes, habitualmente mal diagnosticados durante años, dentro de otras patologías como el  síndrome de intestino irritable. El objetivo de este trabajo monográfico es profundizar en la fisiopatología  de esta enfermedad tan prevalente, así como entender los mecanismos que la desencadenan y revisar las  últimas recomendaciones para su tratamiento.  

1.Definición de la patología:  

La sensibilidad al gluten se describió originalmente en varios artículos entre 1970 y 1980. En 2010 los  estudios de la Dra. Sapone y sus colaboradores -entre ellos el uno de los máximos exponentes a día de hoy,  el Dr. Alessio Fasano-, describieron tanto los aspectos clínicos como las características diagnósticas de esta  particular sensibilidad al gluten no celíaca(3). Desde entonces, el creciente número de pacientes en todo el  mundo que son sensibles al gluten de la dieta sin cumplir con los criterios diagnósticos de la enfermedad  celíaca o de alergia al trigo ha contribuido a la identificación de este nuevo síndrome relacionado con el  gluten definido como Sensibilidad al Gluten No Celíaca (SGNC).  

A pesar de la cantidad de artículos  

que a día de hoy se siguen  

publicando sobre el tema, muchos  

aspectos de la epidemiología, la  

fisiopatología, el espectro clínico y  

el tratamiento aún no están claros. 

Sin embargo, sí que se ha sido  

incluida en el espectro de trastornos  

relacionados con el gluten.  

Definición y diagnóstico por exclusión 

Como no hay prueba diagnóstica específica para determinar la SGNC, actualmente esta patología se define  por exclusión. Es decir, cuando los pacientes presentan síntomas, tanto intestinales y/o extra-intestinales, tras el consumo del gluten pero no cumplen con los criterios clínicos descritos para la enfermedad celíaca 

(EC) (ausencia de anti-TGt y atrofia de vellosidades intestinales en la biopsia duodenal) ni para la alergia al  trigo (AT) (IgEs elevados y/o Prick test en piel) 

Sin embargo, hay voces que reclaman que la SGNC no sea un diagnóstico de exclusión y que se estandarice  el procedimiento para la confirmación de la patología.(4) Lo ideal sería tener un diagnóstico claro antes de  iniciar el tratamiento, sin embargo, esta certeza no siempre es posible. Sin embargo, en la medicina clínica  esta incertidumbre es habitualmente resuelta utilizando el tratamiento como prueba de confirmación del 

diagnóstico. De la misma manera, la estrategia de «prueba de tratamiento» con una dieta libre de gluten  (Gluten challenge) podría servir para diagnosticar con más exactitud la SGNC. El desafío actualmente es  desarrollar un método de diagnóstico más preciso. Para ello se han descrito los Criterios de Salerno de los  que hablamos en el apartado de diagnóstico. 

Controversia hasta en el nombre 

La implicación directa del gluten en la aparición de los síntomas a menudo no ha podido ser comprobada. La  presencia de oiligo, di, monosacáricos y polioles (FODMAPS) en la dieta así como otros componentes de los  cereales, como los inhibidores de la amilasa-tripsina, parecen estar igualmente involucrados.(9) Por esta  razón, el nombre adjudicado a la patología, Sensibilidad al Gluten No Celíaca, es también hoy un tema de  debate. Aunque el principal detonante identificado es el cereal que contiene gluten, la proteína específica  que lo causa aún no se ha identificado y podría incluir componentes que son diferentes del gluten en sí. Se  han propuesto términos como «Sensibilidad al trigo no celíaco» (STNC), aunque esto excluiría otros cereales  relevantes como la cebada y el centeno.(4) La interferencia de otros elementos que pudieran ser la causa de  esta concreta sensibilización al gluten está abierta. Extenderemos este punto en el apartado de  Etipatogenia de la SGNC. 

Prevalencia 

La prevalencia de la SGNC  

tampoco está aun 

claramente definida. La  

evidencia indirecta sugiere  

que es más común que la EC.  

Esta última afecta a  

alrededor del 1% de la  

población general y se  

especula con que la  

incidencia de la SGNC pueda  

ascender hasta el 5-6% de la  

población(1,2,8). En total,  

todos los síndromes  

relacionados con el gluten  

podrían sumar una  

prevalencia de hasta un 10% 

de la población. 

Una encuesta prospectiva italiana confirmó lo que ya se hacía evidente en las consultas, que la SGNC tiene  una fuerte correlación con el género femenino y la edad adulta(10). Destaca igualmente la especial incidencia  entre pacientes mayores de 16 años con diagnóstico previo de intestino irritable, con una frecuencia de  entre el 15 y el 40% de SGNC(1). 

Esquema del enfoque del abordaje de la SGNC, resumen de este trabjo(6): 

2.Etiopatogenia de la SGNC 

La patogénesis de la SGNC está todavía en proceso de ser identificada. Con los datos que existen  actualmente, la mayor parte derivados del estudio de Sapone et al. (3), se sugiere que los mecanismos que  están involucrados son diferentes a la de la enfermedad celiaca, aunque hay mecanismos comunes a ambas. Al igual que sucede con la enfermedad celíaca, su desarrollo está relacionado con un funcionamiento  anormal del sistema inmune(8) si bien la inmunopatofisiología que sustenta la SGNC es en gran medida  incierta y con datos discordantes o incluso contradictorios. Serán necesarios más estudios en los próximos  años para dilucidar los matices de esta patología, a medio camino entre la celiaquía o enfermedades  inflamatorias intestinales.  

Por un lado, la sensibilidad al gluten y otros péptidos o prolaminas, parecen desencadenar una repuesta  inmune innata no ligada directamente a una falta de integridad de la permeabilidad intestinal, inflamación  de la mucosa o activación de basófilos, como se observa en la enfermedad celíaca. Y, a pesar de ello, tiene un carácter reversible tras una dieta exenta de gluten estricta y prologada en el tiempo. 

Sin embargo, la exposición a la gliadina en ratones transgénicos HLA-DQ8 sensibles al gluten indujo la  activación inmune en ausencia de atrofia intestinal. En paralelo, se da una mayor liberación de acetilcolina  del plexo mientérico, que resulta en un aumento de la contractilidad muscular e hipersecreción epitelial,  con las anomalías revertidas después de la abstinencia de gluten.(12) 

Por otro lado, los componentes opioid-like (gluteomorfinas) resultantes de la digestión de la gliadina tienen  efectos directos sobre el tránsito intestinal, incluso en voluntarios sanos.(8) El gluten y otras proteínas del  trigo, como los inhibidores de la amilasa y la tripsina, son los principales desencadenantes de este  síndrome, pero también se ha planteado la hipótesis de que una dieta rica en FODMAPS así como aditivos  alimentarios (glutamato, benzoato, sulfitos, nitratos) pueden provocar sus síntomas gastrointestinales  funcionales.(8) 

La digestión del gluten: gliadina y glutenina 

El gluten es una proteína termoestable y tiene la  

capacidad de actuar como aglutinante y agente de  

extensión y es comúnmente utilizado como aditivo  

en alimentos procesados para mejorar la textura,  

retención de humedad, y sabor.  

Se especula con que el crecimiento de las  

enfermedades relacionadas con el gluten se debe al  

aumento del aumento del consumo de un gran  

espectro de alimentos que contienen trigo y, por  

tanto, al incremento del consumo de gluten, aunque no se ha encontrado ningún estudio que lo confirme.(6) Se cree que la ingesta diaria promedio de gluten en una dieta occidental en un rango de 5g a 20g/día. Los  datos más recientes provienen de una encuesta nacional danesa que muestra una ingesta media total de  10,4g/día de gluten para adultos de entre 20 a 75 años. El pan, que contiene trigo, es una de nuestras  

principales fuentes de gluten. Cada rebanada de pan contiene aproximadamente 4g de gluten.(5) El gluten es una mezcla compleja de cientos de productos, entre ellos dos grandes grupos de proteínas,  principalmente gliadina y glutenina. La fracción de gliadinas del gluten es mayoritariamente responsable de  los efectos de la EC y se ha identificado como la “fracción tóxica” del gluten.(5) La gliadina contiene  secuencias de péptidos (epitopes) que son altamente resistentes a la acción del ácido gástrico y a la  digestión proteolítica pancreática e intestinal, escapando de la degradación necesaria por parte del  intestino. Esta difícil digestión se debe al alto contenido de aminoácidos (prolina y glutamina) que hay en la  gliadina y que muchas proteasas son incapaces de escindir. Estos residuos ricos en prolina crean estructuras  compactas que pueden mediar las reacciones inmunes adversas de la enfermedad celíaca.(5) En individuos  genéticamente susceptibles, estos péptidos pueden cruzar la barrera epitelial y llegar a la pared intestinal  donde pueden ser presentados y reconocidos por células del sistema inmunológico donde se pueda  desencadenar una alergia (WA), una reacción de autoinmunidad (CD) u otro tipo de reacción adversa (SGNC).(1)

Es importante identificar que no es el gluten el único ingrediente de los cereales y se están estudiando los  efectos de otras sustancias relacionadas. Existen otra serie de proteínas (prolaminas) en el trigo, el centeno  y la cebada susceptibles de generar reactividad.(6) O, por el contrario, no todos los cereales tienen gluten.  Existen cierta controversia con la avena, que no se incluye entre los cereales con gluten pero que su  toxicidad está en entredicho. A pesar de existe una baja tasa de la respuesta de las células T específicas de  la avenina, pruebas de eliminación de la avena realizadas en pacientes con enfermedad celíaca  demostraban reacciones adversas a la misma en la mayoría de los casos.  

Inhibidores de la amilasa-tripsina, Aglutinina y Fodmaps 

Se da la paradoja de que en algunos estudios sobre dietas sin gluten se observan efectos positivos  relevantes en un porcentaje alto de los participantes y en la gran mayoría de sus síntomas. Y, sin embargo,  al tiempo, la administración ciega de gluten al mismo grupo de paciente provocó síntomas en sólo una  minoría de los participantes. Es decir, algo más que el gluten está en juego. Es posible que otros factores 

además del gluten estén implicados en la SGNC (como decíamos, los FODMAP, inhibidores de antitripsina  amilasa (ATI) y otras proteínas presentes en los cereales)(9) 

Los inhibidores de amilasa-tripsina (ATI) representan aproximadamente del 2% al 4% de la proteína total  en trigo moderno, donde el gluten representa del 80% al 90%. Las ATI son proteínas de albúmina,  responsables de la capacidad de resistencia de los cereales ante las plagas y parásitos, pero que son fuertes  activadores de la respuesta del sistema inmune innato. Recientemente se ha comprobado que son capaces  de activar un receptor 4 del tipo Toll que conduce a la liberación de citoquinas proinflamatorias,  monocitos, macrófagos y células dendríticas en pacientes celíacos y en no celíacos.(5) 

La aglutinina de germen de trigo, por su parte, es una proteína-lectina que se encuentra principalmente en  el núcleo del trigo. In vitro, se ha demostrado que tiene efectos inmunitarios y de daño epitelial y, por lo  tanto, también podría contribuir a las manifestaciones intestinales y extra intestinales asociadas con la  ingesta de gluten.(5) 

Existen otros componentes de la dieta que pueden ser responsables de los síntomas de la SGNC, los  FODMAPs, hidratos de carbono de cadena corta, como los fructanos, la fructosa, los polioles, lactosa y  galactooligosacárido, que pueden causar distensión del lumen intestinal con aumento de líquido y gas, dado  su pequeño tamaño molecular y su  

rápida fermentabilidad. Los  

resultados de uno de los estudios  

mejor diseñado, realizado por  

Biesiekierski et al, indica que los  

síntomas gastrointestinales  

mejoran durante las dos semanas  

con dieta baja en FODMAPs, pero  

empeoran significativamente en  

todos los participantes cuando se  

introducía gluten o suero de  

leche. Es decir, que el posible 

efecto de DSG para los pacientes de SGNC no es por la eliminación solo del gluten sino por la reducción de  los FODMAPS de la dieta.(5) 

Mucosa intestinal y sistema inmune innato 

Son dos los aspectos patológicos de la SGNC analizados hasta ahora por los investigadores, generalmente en  contraposición con la enfermedad celíaca: el posible rol del sistema inmunitario adaptativo frente al innato  y la función barrera epitelial de la mucosa intestinal.(5) 

En relación con la mucosa intestinal, en la enfermedad celiaca está claramente establecido que hay una  pérdida de la función de barrera y que ésta, representa un mecanismo clave para el desarrollo de la  autoinmunidad por el continuo paso de antígenos a través del epitelio intestinal . Sin embargo, en la SGNC  no se da un aumento de citoquinas proiflamatorias asociadas a la mucosa como son IL17A, Il6, IF Gamma,  IL17 e Il21(8). En el estudio de Sapone et al.(3) sobre la permeabilidad a través del test de la  lactutosa/manitol y el análisis de la expresión de proteínas reguladoras de la permeabilidad intestinal:  claudinas (CLDN), ocludinas (OCLN) y zonulinas (ZO), los sujetos con SGNC no presentaban cambios en la  permeabilidad de la mucosa, mientras que en los pacientes con EC sí que se detectó un incremento de la  permeabilidad. Sapone también realizó un análisis PCR de las proteínas de trasnmembrana. Se observó un  incremento de la expresión de la proteína CLDN-4 en muestras de biopsias duodenales de pacientes con  SGNC frente a los pacientes con EC. Esto podría ser indicativo de que estos sujetos tienen una mucosa  menos permeable que aquellos con EC. Y en un reciente estudio de 2015 (Hollon et al.), se utilizaban  técnicas de resistencia eléctrica transepitelial, basadas en la resistencia que oponen las células a la  corriente eléctrica, para valorar su grado de integridad. Todos los grupos presentaban una permeabilidad  intestinal incrementada después de la exposición a la gliadina del gluten y, tanto los pacientes con SGNC  como los de EC, mostraban un mayor incremento en la permeabilidad intestinal que los celíacos en proceso  de remisión de la enfermedad.(6) 

La inmunidad innata, por su parte, constituye la primera barrera de defensa frente a la infección por  agentes patógenos. Su inespecifidad es una ventaja en cuanto su acción y eficacia al abarcar por igual a un  gran número de agentes patógenos. Cuando ésta no es capaz de detener el proceso infeccioso, se instaura  la enfermedad, al tiempo que la inmunidad específica adaptativa comienza a desarrollarse. Con la ayuda de  la inmunidad específica adaptativa termina por controlarse la infección y la enfermedad remite. El sistema  inmunitario adaptativo adquiere memoria inmunológica, lo que significa que ante una ulterior reinfección,  reacciona muy rápidamente contra el agente infeccioso, bloqueando su acción y/o destruyéndolo.(6) 

En contraposición con la EC, parece ser que la SGNC está relacionada exclusivamente con la activación de la  respuesta innata. Principalmente, el marcador de tipo Toll, TLR2, y también el TLR1 y TLR4, tienen un  papel central en la detección de patógenos y en la iniciación de la respuesta inflamatoria innata y está  considerablemente incrementado en la SGNC frente a la enfermedad celiaca (8). La expresión intestinal de  células reguladoras, Tregs (FOXP3) es marcadamente reducida en los pacientes con SGNC, sugiriendo una  reducción de la activación de sistema inmune adaptativo en comparación con la EC.(8) 

Sin embargo recientes estudios abren la posibilidad de que haya un pequeño componente adaptativo en la  patogénesis de la SGNC, ya que un número de pacientes mostraron un incremento de las células T CD3+ 

intraepiteliales comparado con los controles, después de la ingesta de gluten, aunque en número muy  inferior al de aquellos con enfermedad celiaca. Todo esto explicaría por qué la SGNC no está acompañada  de un fenómeno auntoinmune significativo.  

Por último, diversos estudios, se ha sugerido acerca de la posibilidad de que la SGNC implique la activación  de la respuesta innata a la gliadina pero con fallo en la respuesta adaptativa posterior. Esto es debido a la  falta de algunas características necesarias para su activación como el genotipo HLA, la baja expresión de  determinadas interleuquinas (IL-15) o la alteración de la permeabilidad intestinal. De todas formas, los 

estudios aún son escasos y muchos realizados con modelos experimentales.(6) 

Factores genéticos 

En relación a la posible participación de factores genéticos en la SGNC, todos los estudios realizados hasta  el momento indican que la patología no está relacionada con un perfil genético cómo en la mayoría de los  pacientes de EC. Sin bien es cierto que los síntomas de malabsorción, los antecedentes familiares de EC y  de otras enfermedades autoinmunes que son más frecuentes entre los pacientes con enfermedad celíaca,  también se han identificado entre pacientes con SGNC.(1) 

Además, la respuesta inmunológica a la gliadina del gluten no se correlaciona con posibles marcadores  genéticos de la enfermedad celíaca, como HLADQ2/HLADQ8,(5) por lo que este biomarcador no sería de  utilidad en este caso. 

3.Criterios diagnósticos 

La SGNC es percibida por los pacientes con frecuencia antes que por cualquier diagnóstico médico. Suelen  acudir a los profesionales de la salud (alergólogos o gastroenterólogos) en busca de ayuda pero al no cumplir  con los criterios de diagnóstico de EC y no documentar una alergia alimentaria mediada por IgE son  abandonados literalmente en un limbo sin diagnóstico. Durante muchos años, estos pacientes continúan 

consumiendo alimentos que contienen gluten porque el gluten no fue considerado por estos facultativos  como la causa de sus síntomas. Como resultado, el padecimiento de estas personas se ha visto agravado y  ha supuesto un empeoramiento sustancial de su calidad de vida. Al igual que los pacientes que padecen el  Síndrome de colon irritable, los pacientes con SGNC, generalmente mujeres, son comúnmente referidas a la  atención psiquiátrica creyendo que se trata de algún tipo de enfermedad mental cuando, en realidad, se  trata de una escasa conciencia médica de esta enfermedad.(13) Dada esta situación, se vuelve urgente y  necesario ahondar en los métodos de diagnóstico de la SGNC.  

The Salerno Criteria -Los criterios de Salerno  

A día de hoy, el principal diagnóstico de la SGNC es la respuesta positiva a la exclusión del gluten de la  dieta, a la par que se confirma la exclusión de otras patologías como son la enfermedad celíaca y la alergia  al trigo. Sin embargo, más allá de los criterios diagnósticos por exclusión de EC y AT, en octubre del 2014 se  reunieron en Salerno (Italia), expertos en desórdenes relacionados con el gluten para consensuar los  criterios diagnósticos de la SGNC. Se reconoció que, en ausencia de biomarcadores sensibles y específicos,  un seguimiento estrecho y estandarizado del paciente durante la eliminación y reintroducción del gluten 

sería el enfoque diagnóstico más específico y, por lo tanto, podría utilizarse como el sello diagnóstico de la  SGNC. Para ello, centraron los esfuerzos en dos tareas:  

1. Por un lado, evaluar la respuesta clínica a la dieta libre de gluten (DLG) durante un mínimo de 6  semanas. 

2. Por el otro, medir el efecto de reintroducir el gluten después de un período de tratamiento con la DLG.  (4). Para abundar más en la complejidad de la situación, existen estudios que evidencian que la  respuesta a la DSG con frecuencia no es inmediata y puede demorar meses, como sucede en la EC.(2) 

Otra de las conclusiones de los expertos de Salerno es que se excluirá del diagnóstico de la SGNC a aquellos  sujetos que no muestren una mejoría sintomática después de seis semanas de DLG y se les invitará a seguir  investigando en otro tipo de afecciones intestinales. 

En ausencia de marcadores serológicos y anomalías histológicas, el test de la dieta sin gluten a doble ciego y controlado con placebo es la forma única de diagnosticar positivamente SGNC por lo que un protocolo de  diagnóstico estandarizado resulta obligatorio para comparar resultados de diferentes estudios. Buscando un  acuerdo, la reunión de expertos de Salerno (Italia) en 2014 concluyó una serie de recomendaciones para  lograr un correcto diagnóstico de la SGNC. Sin embargo, el protocolo de diagnóstico sugerido es engorroso y  difícil de introducir en la rutina diaria, siendo su aplicación más adecuada a un entorno de investigación que  en la práctica clínica. Por otro lado, las dosis y el tipo de gluten, el vehículo para su administración, la  duración del desafío o test, el tipo de reintroducción de gluten (vehículo, dosis, tipo de gluten, dosis y  tiempo de exposición) así como las variables para la evaluación de las respuestas son aún parámetros que  necesitan estandarización a día de hoy.(9) 

De todo esto se deduce que una evaluación diagnóstica completa y correcta, solo puede iniciarse en el  paciente que sigue una dieta normal que contiene gluten durante al menos seis semanas. Sin embargo,  desafortunadamente, muchos de estos pacientes ya están siguiendo una dieta baja en gluten a la hora de  realizar el diagnóstico y esto puede generar falsos negativos. Dado que el correcto diagnóstico no irá  acompañado de ayudas asistenciales de ningún tipo, en muchos casos los pacientes no encuentran sentido a  recibir un diagnóstico clínico concreto para ello deben exponerse a incrementar sus síntomas durante 6  semanas como mínimo.  

Tests de desafío con gluten 

Diagnosticar la SGNC es complicado porque no existe una prueba diagnóstica clara y diferenciadora. En todo  caso, además de la valoración de los resultados de biopsias duodenales, del análisis de la cantidad de  linfocitos intraepiteliales o de la tipificación de antígenos linfocitarios HLA, que pueden resultar  orientativos, la SGNC se confirmará con la respuesta a la dieta sin gluten (DSG) y con el empeoramiento tras  la provocación controlada con gluten, a doble ciego.(2) Estos estudios son los llamados test de desafío al  gluten. 

Según los criterios de Salerno, los pacientes con sospecha de padecer un trastorno relacionado con el gluten  deben someterse de forma preliminar a una evaluación clínica y de laboratorio completa para excluir la EC  y la AT mientras siguen una dieta que contiene gluten, de acuerdo con un protocolo de diagnóstico  previamente descrito. Este punto es especialmente polémico porque una gran cantidad de pacientes 

susceptibles de ser diagnosticados por estos criterios se han sometido a una dieta baja o exenta de gluten  por decisión propia, lo que podría aumentar el ratio de falsos negativos a la SGNC. Los siguientes pasos establecen la capacidad de respuesta a la DS según los criterios de Salerno: 1. Al inicio del estudio, el paciente debe seguir una dieta normal que contenga gluten durante al menos  

seis semanas. El paciente es evaluado por un cuestionario de diagnóstico 2 en las semanas 2, -1 y 0 para  establecer los síntomas basales 

2. En el momento 0, la DSG se inicia después de una explicación detallada. 

3. Cronograma: al menos seis semanas de DSG verificado. Aunque se espera la mejora de los síntomas poco  después de comenzar la DSG, se necesita una observación prolongada para investigar adecuadamente la  relación causal, particularmente para los síntomas fluctuantes o extra intestinales (por ejemplo, dolor de cabeza); 

4. Registro de datos: cumplimentación semanal del cuestionario de la Tabla 2 desde la semana 0 a la 6. El  paciente identificará de uno a tres síntomas principales. Los parámetros de respuesta son aquellos con  una puntuación inicial de al menos 3 en la escala de calificación numérica (NRS). 

Sorprendentemente, los diferentes metanálisis sobre tests de desafío con gluten sugieren que una alta  proporción de pacientes con sospecha de tener un SGNC no puede llegar a tener un diagnóstico formal de  SGNC después de una provocación con gluten. De hecho, la tasa de recaída después de un desafío con  gluten fue de 0,3. El porcentaje de pacientes que recayeron después del desafío fue del 36% en  comparación con el 31% de recaídas después del placebo. Es decir, no hubo un valor diferencial demasiado  significativo comparando entre la provocación con gluten y la provocación con el placebo.  

Además del hecho de que los pacientes se hayan acostumbrado a dietas bajas o exentas de gluten por  voluntad propia previo a los test, estos hallazgos pueden explicarse por lo siguiente:  a) Dada que los síntomas experimentados por los pacientes vienen generalmente de mucho tiempo atrás, es  

posible que los pacientes etiquetados como SGNC cuando consumen gluten puedan desarrollar algún  “efecto nocebo” de anticipación psicológica de la intolerancia. Experiencias vicarias, experiencias  personales previas, a presión comercial y la emocional pueden ser factores importantes incluso en  individuos con bajos niveles de somatización. 

b) Principalmente con respecto a los síntomas gastrointestinales, puede haber una superposición  significativa con los síntomas del síndrome de colon irritable, la intolerancia a los FODMAP, el  sobrecrecimiento bacteriano (SIBO) o incluso la alergia al trigo ya que, con frecuencia, se pasa por alto  solicitar los valores de IgE en sangre y las pruebas cutáneas. 

c) Dado que la SGNC puede ser un trastorno transitorio, algunos pacientes podrían someterse al test/desafío  en un momento en que su sensibilidad al gluten pudiera ser baja o haber sido superada. d) Cuestiones metodológicas: el procedimiento de provocación con gluten de la mayoría de los estudios realizados hasta ahora es muy heterogéneo y podría afectar de alguna manera a los resultados.(11) Cabe destacar, que cuando la provocación con gluten se realiza de acuerdo con el procedimiento  recomendado actualmente, es decir, el de los Criterios de Salerno, el porcentaje global de pacientes que  recaen después de que el gluten fue significativamente más alto en comparación con el placebo (40 vs.24%;  p = 0.003). Los metanálisis muestran una tasa de recaída después de la toma de gluten significativa en  comparación con el placebo. El porcentaje de recaída estuvo fuertemente relacionado con la cantidad de 

gluten y la duración de desafío. Este hallazgo apoya la existencia de una relación causal entre el gluten y  los síntomas recurrentes y sugiere encarecidamente seguir las recomendaciones de los expertos de Salerno al sospechar el diagnóstico de SGNC a pesar de sus dificultades.  

Ausencia de biomarcadores clave 

Prácticamente todos los estudios que se realizan actualmente buscan dar con algún biomarcadores clave  que pudiera ayudar a confirmar el diagnóstico de la SGNC. Al contrario de lo que ocurre con la EC y la AT,  actualmente la mayor dificultad para diagnosticar la SGNC se debe a la ausencia de biomarcadores clave  claros. 

▪ Presenta unas prueba serológicas negativas a:  

IgA anti Transglutaminasa (TG)  

IgG anti Antipéptidos desamidados de gliadina (PDG) en el caso de déficit de IgA total Aanticuerpos  Antiedomisio (EMA) 

▪ Biopsia duodenal negativa para EC 

▪ HLA DQ2 y DQ8 negativos 

▪ Respuesta inmunológica de tipo I mediada por IgE a proteínas glutnínicas negativo ▪ Prick test negativo 

En la tabla adjunta(5) se relacionan 

las diferencias encontradas entre  

los marcadores para la diagnosis  

de la EC y los resultados obtenidos  

con pacientes con SGNC. El único  

marcador serológico utilizado para  

la identificación de la EC que da  

positivo en sujetos con síntomas  

de la SGNC son los anticuerpos  

Antigliadina (IgG AGA), pero sólo en el 50% de los casos analizados. El resto de marcadores, los anticuerpos  antiendomisio (antiEmA-IgA), anticuerpos transglutaminasa (IgG Anti TG) así como los anticuerpos  antipéptido gliadina deaminada (APDG-IgA), son negativos. Además la respuesta inmunológica a la gliadina  del gluten no se correlaciona con posibles marcadores genéticos de la enfermedad celíaca, como 

HLADQ2/HLADQ8, ni existe un aumento del número elevado de linfocitos Intraepiteliales. La investigación sobre marcadores biológicos de SGNC es actualmente muy activa. Los datos preliminares  observados en biopsias intestinales de pacientes con SGNC mostraron un aumento de linfocitos  intraepiteliales (Marsh I), así como la presencia de marcadores asociados con inmunidad innata, en lugar de  adaptativa. Recientemente, en un estudio basado en biopsia intestinal, los pacientes con SGNC mostraron  un aumento de ARNm de IFN-γ mucoso después de una prueba de provocación con gluten de tres días.  Tomados en conjunto, estos resultados sugieren la presencia de una activación inmunitaria de la mucosa en  pacientes con SGNC. Por lo tanto, los mecanismos precisos que subyacen a la inducción de la respuesta 

10 

inmune y la identificación de biomarcadores confiables para el diagnóstico de SGNC son cuestiones  relevantes que deben resolverse.(4) 

Ventana a la reversibilidad 

Aunque los marcadores serológicos de EC más específicos, como los anticuerpos anti-transglutaminasa y  anti-endomisio de clase IgA, son negativos en pacientes con SGNC por definición, los anticuerpos de clase  IgG dirigidos contra gliadina nativa (AGA) se encuentran con mayor frecuencia en estos casos (alrededor  del 50%) que en la población general, cuando se lleva una dieta que contiene gluten. Por lo tanto, el  hallazgo de positividad aislada de IgG-AGA puede ser una pista para el diagnóstico de SGNC,  particularmente en sujetos con manifestaciones extra-intestinales. Cuando es inicialmente positivo, IgG 

AGA se normaliza más rápidamente en los pacientes con SGNC que con EC después de iniciar el tratamiento  con la DLG. Sin embargo, todavía no está claro si el control de los niveles de IgG-AGA puede ser útil para  fines de diagnóstico durante el período bastante corto del test de eliminación/reintroducción del gluten. (4) Recientes estudios plantean la posibilidad de controlar la eficacia de la dieta sin gluten en los pacientes son  SGN con los antiguos IgG antigliadina, puesto que se ha objetivado su desaparición en los estrictos  cumplidores. 

En un estudio publicado en el 2014 se ensayó la variación de anticuerpos Antigliadina (AAG-IgG) a 41  pacientes con SGNC y 40 con EC antes y después de seis meses de mantener una dieta sin gluten. Los  pacientes seleccionados con SGNC eran positivos a AAG-IgG antes de someterse al ensayo. La mayor parte  de ellos 40/41, que mantuvieron una dieta estricta sin gluten, al cabo de los seis meses el marcador AAG 

IgG fue negativo, además los síntomas remitieron rápidamente, mientras que en 40% de los pacientes de EC  estos anticuerpos se mantienen.(5) 

En el esquema se presenta  

una propuesta de diagrama de  

flujo para la identificación de  

sospecha de SGNC(6): 

La identificación y validación  

de biomarcadores será  

fundamental para obtener  

conocimientos sobre la  

patogénesis del SGNC,  

establecer el  

desencadenante o los  

desencadenantes de esta  

afección y, en última  

instancia, establecer la 

11 

magnitud de esta afección clínica. No podremos tener una comprensión completa de SGNC hasta que estén  disponibles mejores herramientas de diagnóstico y tengamos más información sobre la patogénesis de SGNC,  siguiendo el mismo camino que seguimos durante las últimas cuatro décadas de investigación de la EC. 

Variables emocionales 

Se sabe que el papel de la emoción es fundamental en estos pacientes ya que el efecto placebo de las  dietas de eliminación se considera similar e incluso superior al tratamiento con medicación.(8) Por esto se  recomienda el planteamiento de estudios a doble ciego controlado con placebo (DBPCC) para confirmar la  patología sin interferencias. Si bien, lamentablemente, el DBPCC es un sistema complejo y que requiere  mucho tiempo por lo que rara vez es empleado. 

4. Sintomatología clínica 

Desde el punto de vista sintomático, la EC y la SGNC son indistinguibles, aunque se considera que la SGNC  no tiene asociación a enfermedades sistémicas.(2) 

La SGNC se caracteriza por una amplia gama de síntomas gastrointestinales y extra intestinales que ocurren  poco después de la ingestión de gluten y mejoran o desaparecen cuando se retira el gluten de la dieta. La  SGNC presenta síntomas intestinales (96% pacientes) y  

extra intestinales (97%). 

Estos hallazgos apoyan el concepto de que SGNC se  

observa principalmente en adultos. 

El fenotipo característico de los pacientes con SGNC es  

generalmente de mujeres jóvenes o de mediana edad que  

describen una variedad de síntomas tanto intestinales y de  

síntomas extra intestinales después de la exposición al  

gluten (ver cuadro)(5, 10) 

En la mayoría de los pacientes, el tiempo entre la  

ingestión de gluten y la aparición de los síntomas varía de  

unas horas a un día.  

Los trastornos asociados más frecuentes son el síndrome  

inflamatorio intestinal (SII) (48 %) y otras intolerancias  

alimentarias (35%), que en la mayoría de los casos están  

representadas por intolerancia a la lactosa y alergia  

mediada por IgE (22%) a inhalantes, alimentos o metales.  

Al comparar los parámetros basales, los pacientes con SGNC son generalmente más probable que tengan deficiencias nutricionales, autoinmunidad coexistente, un IMC medio más bajo y una disminución de la  densidad mineral ósea con respecto a la población general. Sin embargo, estas complicaciones se observan  con menos frecuencia en la SGNC que en la enfermedad celíaca. La prevalencia de antecedentes familiares  de enfermedad celíaca se puede observar en el 5–24% de los pacientes con SGNC.(12)

12 

Según una encuesta italiana (10), los principales síntomas gastrointestinales son hinchazón (87%), dolor  abdominal (83%), diarrea (> 50%), alternancia hábitos intestinales (27%), estreñimiento (24%) y epigastrio  dolor (52%). Náuseas, reflujo ácido, aerofagia y las estomatitis aftosas son menos frecuentes.  Entre los síntomas extra-intestinales, el cansancio (64%) y la falta de bienestar (68%) son comunes, seguidos  por mente nublada (38%), dolor de cabeza (54%), músculos o articulaciones dolor (31%), entumecimiento de  brazos / piernas (32%), ansiedad (39%), o depresión (18%). Finalmente, pérdida de pe8so (25%), dermatitis  (18%) o erupción cutánea (29%) y anemia (22%) son también se quejó.(10) 

5.Tratamiento nutricional de la patología  

El único tratamiento confirmado para la SGNC se basa en la dieta sin gluten de tipo celíaco (DSG), aunque  se desconoce si es necesario evitar estrictamente todos los productos relacionados con el gluten a largo  plazo. Dado que la SGNC puede ser transitoria, es necesario reevaluar la tolerancia al gluten en pacientes  con SGNC(1,5,6,12,13). La mayoría de los estudios revisados refieren una mejora drástica de los síntomas una  vez que se ha eliminado completamente del trigo, el centeno, la cebada y la avena. Igualmente sucede al  eliminar los FODMAPs de la dieta (Biesiekirrski, 2011) que incluye granos y cereales, concretamente el  trigo, centeno y cebada, la leche; legumbres, miel, frutas (sandía, cerezas, mango y pera) y vegetales 

(achicoria, hinojo, remolacha y puerro) por lo que sería una segunda estrategia a seguir.(6) 

Dificultades de la dieta sin gluten y alternativas 

La eliminación completa de los cereales con gluten en la dieta es exigente, complicada y supone numerosas  restricciones debido a sus implicaciones sociales y económicas. Son tres los principales factores para la  insatisfacción de los pacientes y para que la adherencia a largo plazo esté solo en el 17-45%: 1. La poca disponibilidad de alimentos 

2. La dificultad de la identificación del gluten a través de las etiquetas  

3. Los altos costes de los alimentos específicos sin gluten en el mercado 

La dieta debe ser estricta ya que solo la restricción del gluten tiene sus limitaciones de eficacia. Es decir,  se necesita restringir el consumo de gluten hasta un límite que sea seguro para la mayoría de los afectados. 

13 

Ante esto, hay que tener en cuenta que en la industria actual alimentaria el gluten no solo se utiliza como  elemento intrínseco de determinados cereales, sino que se añade como aditivo en multitud de productos  alimenticios aprovechándose de sus características viscoelásticas y de retención de agua. Es importante  conocer los alimentos y productos que tienen gluten. Asociaciones de celiacos publica anualmente una  listados actualizada a partir de la información que le proporcionan directamente los fabricantes de  alimentos. Y los estados van creando reglamentación específica en los etiquetados y las nomenclaturas.  

En cuanto a las dietas a seguir, se debe incentivar una dieta sana a base de productos no procesados y  originariamente sin gluten. El objetivo es evitar que la dieta sin gluten sea una dieta basada en mimetizar  el gluten ya que los productos sin gluten, en muchas ocasiones, añaden grasas y azúcares y deberían ser  consumidos de manera esporádica.(7) 

Por otro lado, elegir harinas de mejor calidad, de granos más antiguos y de variedades menos agresivas  podría ser una opción exige mucha dedicación y conocimientos por parte del usuario.  Así que, además de recurrir al consumo de cereales que no tengan gluten (como el arroz, el maíz, el mijo,  el trigo sarraceno, el orgo o el teff) se recomienda para pacientes con SGNC el consumo de leguminosas  como la quinua, el amaranto y la soja como sustitutos de productos que contienen gluten, así como  alimentos naturalmente libres de gluten, como carne, pescado, huevos, frutas y verduras, deben integrarse  en sus dietas para garantizar nutrición apropiada.(8) 

Por otro lado, la modificación del trigo es una de las estrategias que podrían ser utilizadas en el  tratamiento de SGNC. El objetivo es eliminar los efectos tóxicos del gluten, bien por extracción,  sustitución, digestión mecánica y química (mediante reacciones enzimáticas) o inactivación (mediante  ligandos). Un pretratamiento enzimático de la harina de trigo mejoraría su hidrolización. El uso de  suplementos enzimáticos orales ayudaría a destruir los residuos de gliadina intestinales; o el uso de ligandos  poliméricos que secuestran el gluten en el tracto gastrointestinal y para prevenir su degradación, absorción  y evitar así la reacción inmunológica. 

Otras recomendaciones 

Independientemente de la DSG, se han estudiado otros tratamientos, tanto nutricionales como  farmacológicos, para mejorar los síntomas de la EC que podrían ser trasladables a la SGNC.  Una buena estrategia de tratamiento de la DGNC sería el trabajo sobre la modulación de la permeabilidad  intestinal aumentada tras el consumo de gluten en cualquier individuo sano y minimizar la llegada de  péptidos extraños a la sangre.(6) 

a) A través de la Zonulina, como único modulador fisiológico de la barrera para cual se está creando  un antagonista artificial (Larazotide Acetate) si bien la ausencia de gluten sería la mejor opción(6). b) A través de suplementación de nutrientes que favorecen su integridad de forma más natural, como  los probióticos (Bifidobaterium, Saccharomyces y Lactobacillus) con capacidad inmunoreguladora o  como los aminoácidos con capacidad selladora (Glutamina, la arginina, la citrulina o el triptófano)  ya fuera con alimentos ricos en estos productos o como suplementación(14,15). 

O el trabajo sobre la modulación de la respuesta inmune para minimizar la cascada inmunológica.  a) A través del consumo de alimentos o suplementos ricos en grasas omega 3, vitamina D o vitamina A,  cúrcuma o Boswelia, moduladores todos de la respuesta inflamatoria(14,15)

14 

b) A través de una vacunación, como ya se hace con otras enfermedades alérgicas. Nexvax 2, a base de  tres péptidos (gliadina, hordeína y secalina) se encuentra en estos momentos en pruebas(6). 

Miedo al gluten 

A diferencia de los pacientes con enfermedad celíaca, los pacientes con SGNC no deben temer al gluten. La  contaminación debido a trazas de gluten introducidas inadvertidamente en alimentos, medicamentos y  productos no suele ser suficiente para crear síntomas en ellos. Sin embargo, cabe mencionar que el nivel de  la tolerancia varía entre individuos y también hay pacientes con SGNC que no toleran cantidades muy  pequeñas de gluten. (7) 

La DSG estricta conduce a la desaparición completa de los síntomas en la mayoría pacientes con SGNC,  incluso a la desaparición de determinados anticuerpos. Mientras que en otros casos la mejoría después de la  abstinencia de gluten es solo parcial. Dada esta potencial reversibilidad, se recomienda la reintroducción de  gluten al año o dos años de DSG para comprobar los niveles de tolerancia. 

6.Conclusiones 

✔ La SGNC es una patología enmarcada dentro de los desórdenes relacionados con el consumo de cereales  con gluten. El elemento desencadenante común es el consumo de gluten pero la patogenia y la clínica  son diferentes a otros trastornos y enfermedades, como el SII o la EC.  

✔ Se trata de una patología que cursa con síntomas tanto gastrointestinales como otros extra intestinales muy similares a los de otras condiciones como las anteriormente citadas, lo que complica enormemente  su diagnóstico en ausencia de otros marcadores biológicos específicos. 

✔ Existen dudas sobre las sustancias exactas que desencadenan la patología, ya sea fracción tóxica de los  cereales u otros componentes de los mismos (inhibidores de las amilasas tripsinas, ATI) así como otras  sustancias como los FODMAPs o aditivos alimentarios. Las actuales variedades del trigo moderno tienen  aumentado su contenido en estas sustancias por sus cualidades organoléptica y de palatabilidad.  

✔ El principal tratamiento efectivo es la dieta sin gluten si bien la dieta baja en FODMAPS también ha  experimentado mejoras en los síntomas. Los síntomas recurren con la introducción del gluten si bien, la  DSG estricta y mantenida en el tiempo puede acabar por remitir la patología. 

✔ Existen además estrategias nutricionales y farmacológicas, diferentes a la DSG, estudiadas para la EC  que pueden de utilidad para la SGNC: la modificación de la fracción tóxica de los cereales, la  modulación de la permeabilidad intestinal y la modulación de la respuesta inmune. Una correcta dieta y  la suplementación tendrán gran peso ya que la mayoría de opciones farmacológicas están todavía en  fases clínicas previas. 

✔ Al contrario que en la EC, la alteración del sistema inmune innato está detrás de esta patología, frente  al adaptativo. La integridad de la mucosa y de la permeabilidad intestinal están mantenidas.  ✔ En la SGNC no hay una disposición genética clara, tampoco hay definidos unos biomarcadores que se  puedan utilizar para identificarla. Estos marcadores son el foco de estudio más activo en la actualidad. ✔ Los estudios hasta la fecha son heterogéneos y relativamente escasos. Más estudios son necesarios y la  prevalencia de la patología los justifica. 

15 

Bibliografía 

1. Ortiz, C. Valenzuela, R. y Lucero,Y. Celiac disease, non celiac gluten sensitivity and wheat  allergy: comparison of 3 different diseases triggered by the same food. Revista Chilena de  Pediatría. 2017;88(3):417-423 

2. Carlos Isasi, C. Tejerina, E. y M. Morán, L. Sensibilidad al gluten no celíaca y enfermedades  reumatológicas. Reumatología Clínica. 2016;12(1):4–10 

3. Sapone, A, Fasano, A. et al. Differential Mucosal IL-17 Expression in Two Gliadin-Induced  Disorders: Gluten Sensitivity and the Autoimmune Enteropathy Celiac Disease. International  Archives of Allergy and Immunology. 2010;152:75–80 

4. Catassi, C. Diagnosis of Non-Celiac Gluten Sensitivity (NCGS): The Salerno Experts’ Criteria.  Nutrients, 2015, 7, 4966-4977. 

5. R Biesiekierski, J. What is gluten? Journal of Gastroenterology and Hepatology 2017; 32 (Suppl.  1): 78–81 

6. Reig Otero, Y. Sensibilidad al gluten no celiaca (SGNC): La patología silenciosa. Revisión  actual y manejo nutricional de la enfermedad. TFM Nutrición Clínica. Master Nutrición y  Salud. 2013-2015. Tutora: Mª Eugènia Vilella Nebot. Artículo de revisión publicado en: Nutrición  Clínica y Dietética Hospitalaria. 2017; 37(1):171-182 

7. Gil Yubero, J. Intolerancia al gluten. Dieta y consejos prácticos. FMC. 2018;25(3):140-5. 

8. Umberto Volta, U.et al. Non-celiac gluten sensitivity: questions still to be answered despite  increasing awareness. Cellular & Molecular Immunology (2013) 10, 383–392 

9. Bardella, MT, Elli, L.& Francesca Ferretti. Non Celiac Gluten Sensitivity. Current  Gastroenteroly Reports, 2016. 18: 63 

10. Volta, U. et al. An Italian prospective multicenter survey on patients suspected of having  non-celiac gluten sensitivity. BMC Medicine 2014, 12:85 

11. Lionetti, E. Pulvirenti,A. Vallorani, M. Catassi, G. Verma, A. Gatti, S. y Catassi, C. Re challenge Studies in Non-celiac Gluten Sensitivity: A Systematic Review and Meta-Analysis. Frontiers in Physiology. Systematic Review. September 2017 

12. Aziz, I. et al. The spectrum of noncoeliac gluten sensitivity. Nature Review.  Gastroenterology & Hepatoogy. June 2015 

13. Mansuet, P. Seidi, A. D’Alcamo, A. y Carroccio, A. Non-Celiac Gluten Sensitivity: Literature  Review. Journal of the American College of Nutrition, 2014. 33:1, 39-54 

14. Pérez, C. Seminario: El sistema inmunitario en la Psiconeuroinmunología Clínica. Regenera &  Efhre University. Postgrado en PsicoNeuroInmunonlogía, 2015. Barcelona.  

15. Verdaguer, X. Módulo 2: Sistema endocrino y Gastrointestinal. Seminario 4: Gluten e  Histamina. Master en PsicoNeuroInmunonlogía Clínica, 2017. Xevi Verdaguer & SENMO.  Barcelona.

RESUMEN DE TABLAS 

Tabla 1/Figura 1 (5) 

Tabla 2 (1)

Tabla 3: (1) 

Figura 2: Imágenes del grado de daño de la mucosa: 

Microfotografías representativas de la expresión de CD3 en la mucosa en un paciente de  control dispéptico (a), un paciente sensible al gluten (GS)(b) y un paciente con enfermedad  celíaca (EC) con enfermedad activa (c) (Aumentox40). La EC es la única forma clínica de  reactividad al gluten que involucran mecanismos autoinmunes.

Figura 3: (6) 

Adaptado de: Umberto Volta, U.et al. Non-celiac gluten sensitivity: questions still to be  answered despite increasing awareness. Cellular & Molecular Immunology (2013) 10, 383– 392. Mecanismos patogénicos de la sensibilidad la gluten no celiaca y la enfermedad celiaca. Inflamación del  intestino, respuesta inmune innata a la gliadina y recuento elevado de neutrófilos son características comunes a la  SGNC y a la EC. Función disminuida de la barrera epitelial, daño en la mucosa intestinal y autoinmunidad (en  presencia de tTGA) son típicas de la enfermedad celiaca, mientras que el incremento de la función barrera epitelial  se ha demostrado que aparece en la SGNC. (AGA: anticuerpos antigliadina, tTGA: antitransglutaminasa tisular). 

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